Gracias a ellas
A menudo son invisibles, pero dejan su huella en prácticamente todo lo que nos rodea. Es gracias a ellas que comemos, que nos vestimos, que tenemos ordenadores y móviles y que podemos comprar otras tantas cosas a precios muchas veces ridículos. Porque el precio lo pagan ellas; millones de mujeres que trabajan en sectores precarizados, …