La cosmética es uno de los sectores que ha vivido un mayor auge en la sociedad de consumo durante los últimos años. Los cosméticos, es decir, aquellos productos que utilizamos para la higiene personal o como recurso para mejorar la apariencia, se han utilizado durante miles de años pero su uso estaba a menudo restringido a la alta sociedad o a ritos religiosos y culturales.
Fue en el siglo XX cuando su utilización se generalizó, sobre todo entre las mujeres, para mejorar su aspecto. También se incrementó la preocupación por la higiene, y con ella, el uso de jabones, champús y cremas. Más recientemente, el hombre se ha unido a la corriente y las marcas ofrecen cada más productos dirigidos al sector masculino.
En este Informe de Combate, analizamos esta poderosa industria que mueve cada año unos 382.000 millones de dólares cada año en todo el mundo, según Forbes. Una cifra que no para de crecer, porque «el sector parece inmune a tiempos económicamente difíciles», decía un estudio sobre el sector del maquillaje en España en 2012 realizado por EAE Business School. Así, a pesar de la contracción que han sufrido otros sectores, el de la cosmética ha seguido creciendo y según las previsiones de EAE, sólo el sector del maquillaje crecerá casi un 20 por ciento en España entre 2012 y 2017.
Como en otros Informes, repasamos los impactos sociales de este sector, pero, en este caso, nos centramos sobre todo en el impacto medioambiental de una industria que utiliza una gran cantidad de químicos. Vemos así los componentes más frecuentes o hablamos de las micropartículas, plásticos de tamaño diminuto que contaminan las aguas de medio mundo (ya habíamos hablado de ellos en ¿Sabías que muchos de tus cosméticos contienen micro-plásticos?).
Los Informes de Combate son fichas sobre productos que realizamos mensualmente en exclusiva para nuestros mecenas donde analizamos el impacto social y medioambiental de la cadena de producción de diferentes sectores. Si quieres recibir estos Informes de Combate, te animamos a que te informes de cómo suscribirte y a que nos ayudes a seguir investigando de dónde procede lo que consumimos.
Pingback: Bitacoras.com