Actualización Septiembre 2015: En Carro de Combate estamos ahora investigando en profundidad el aceite de palma y estamos recaudando fondos para ellos. Si nos quieres ayudar, puedes hacerlo aquí.
Mientras escribíamos «Amarga Dulzura», uno de los elementos a los que más atención prestamos fue a la falta de información que tenemos sobre lo que consumimos. Las etiquetas son casi siempre confusas y poco informativas y los fabricantes buscan a menudo términos poco conocidos. Pocos son conscientes de hasta qué punto el azúcar está presente en su alimentación diaria, pero todos saben que forma parte de su cotidianeidad. No se puede decir lo mismo del aceite de palma, una de las grasas que se ha impuesto en los procesos productivos, pero que muchos no saben que ingieren con frecuencia. Es raro que las etiquetas lo especifiquen y a menudo lo esconden bajo el apelativo «aceite vegetal». Sin embargo, según datos de la OCDE, en la Unión Europea cada persona consume de media 59,3 kilos anuales de aceite de palma.
El aceite de palma procede del Elais guineensis, un árbol originario de África que en la actualidad se ha extendido a través de toda la franja tropical. El aceite de palma es el aceite que más se consume en el mundo y, según la FAO, también es el que más se comercia internacionalmente, ya que su producción se concentra en Malasia e Indonesia. Se puede encontrar en chocolates, cereales, panes y bollería, aperitivos, helados, quesos, leche e incluso sopas y chicles, pero también está presente en productos de limpieza y belleza, como la pasta de dientes, champús o jabones (aquí se puede ver una lista con productos).
Este desconocido aceite no está, sin embargo, libre de polémica. Su consumo está relacionado con el aumento de enfermedades cardiovasculares, por su alto contenido en grasas saturadas que aumentan el índice de colesterol. Paradójicamente, su consumo fresco está asociado a beneficios para la salud, por la concentración de vitamina A y E. Sin embargo, una vez refinado, la manera en la que se consume mayoritariamente, puede tener efectos negativos en el cuerpo humano, como reconoció la Organización Mundial de la Salud en 2003. Como con tantos productos alimenticios, existe sin embargo controversia sobre sus efectos y también hay expertos que aseguran que no hay riesgos asociados a su consumo. No obstante, algunos países ya han intentado ponerle coto. Francia propuso en 2012 una nueva enmienda, llamada popularmente tasa Nutella por el alto índice que este producto contiene de este tipo de grasa, para triplicar el impuesto que se paga por este aceite. Finalmente no salió adelante, pero puso de manifiesto los reparos de buena parte de la población ante el aceite de palma.
El impacto que el cultivo de la palma aceitera tiene sobre el medio ambiente, especialmente en las selvas en Malasia e Indonesia, parece más probado. Es algo difícil de negar cuando ahora mismo buena parte del Sudeste asiático está bajo una densa bruma de humo procedente de los incendios que en Indonesia cada año deforestan cientos de hectáreas para plantar la palma. La deforestación en la zona ha avanzado a pasos agigantados, especialmente durante la última década, amenazando a algunas especies únicas, como el orangután.
Greenpeace lo resume así:
Have a break? from Greenpeace UK on Vimeo.
Los defensores de la palma de aceite aseguran, por su parte, que es mucho más productiva y que con mucha menos superficie se puede obtener mayor rendimiento que con la colza o la soja – lo que se traduce en tener que plantar menos para obtener lo mismo. Por ello, se avanza ahora hacia hacia una palma de aceite certificada, cuyo cultivo no suponga una amenaza para el medio ambiente (de momento las negociaciones han sido un fracaso y el sello creado está lejos de ser satisfactorio).
La palma está además relacionado con la destrucción del hábitat de las comunidades locales tanto en Asia, como en ífrica y Sudamérica. En países como Liberia o Colombia, se ha relacionado con la expropiación de tierras a campesinos pobres que ahora tienen que trabajar por salarios de miseria para las compañías que han ocupado sus parcelas. De nuevo sus defensores aseguran que gracias al aceite de palma muchas familias han salido de la pobreza y han mejorado su nivel de vida debido a su alto rendimiento.
Demasiados interrogantes sobre un producto clave en la alimentación cotidiana de medio mundo, que se resiste a salir a la luz por la mala prensa que ha cosechado.
Ver más información:
- Todo lo que debes saber sobre el aceite de palma, publicado por OCU
- Aceite de palma bueno, aceite de palma malo, por Deustche Welle
- Aceite de palma: usos, orígenes e impactos, por Amigos de la Tierra
* En Carro de Combate ya estamos pensando en el tema de estudio de nuestra próxima investigación – tras el azúcar que plasmamos en «Amarga Dulzura»– y el aceite de palma es uno de los candidatos (ver más temas propuestos). Pero serán nuestros mecenas los que tengan la última palabra. ¡Descubre cómo ser uno de ellos y participar aquí!
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