Se preguntaba Henry David Thoreau, en su ensayo “La Desobediencia civil” que si, cuando una ley injusta existe, “¿debemos contentarnos y obedecerlas; o debemos trabajar para enmendarlas y obedecerlas hasta que se haya conseguido, o debemos desobedecerlas desde el principio?”. Thoreau explicaba en su ensayo por qué había decidido oponerse a pagar impuestos para protestar contra la guerra con México y la esclavitud en Estados Unidos, algo por lo que fue encarcelado. “Bajo un gobierno que mete a alguien en la cárcel de forma injusta, el verdadero lugar para un hombre justo también es la cárcel”, escribiría el filósofo estadounidense.
Los libros de Historia están llenos de casos de desobediencia civil que hoy son ejemplos de avances en luchas sociales y políticas. De hecho, la mayor parte de los derechos que disfrutan muchos de los países, occidentales o no, han sido fruto de una u otra forma de desobediencia civil. En España, uno de esos países que se suponen en la vanguardia de derechos, mañana entrar en vigor una serie de medidas, bajo la nueva Ley de Seguridad Ciudadana y la reforma del Código Penal, que atentan no obstante contra el fundamento de la Desobediencia Civil: la protesta. Se pone además en entredicho el derecho a la información, con serias restricciones a la publicación de imágenes sobre policías, aunque estén abusando de su poder, o a la cobertura de eventos de claro interés general como los desahucios.
Por todo ello, desde Carro de Combate creemos que la nueva regulación es, en su mayoría, innecesaria ya que atenta contra derechos fundamentales y apoyamos los actos de desobediencia civil que se están organizando. Uno de ellos tendrá lugar esta misma noche en las inmediaciones del Congreso de los Diputados. Podéis encontrar más información aquí.
Imagen: James E. Westcott, Dominio Público