Deia Schlosberg (Story of Plastic): «No es verdad que no se genere ningún impacto al utilizar plástico si se recicla»

En 2007, la activista Annie Leonard nos mostraba en un corto animado cómo funcionaban los ciclos generalizados de producción y consumo y cómo lejos de ser un sistema circular, todo nuestro modelo está montando sobre la base del desecho. Producir para tirar. El corto se llamó ‘La historia de las cosas’ e inició todo un movimiento de activismo por hacer de este sistema un modelo más sostenible.

Más de una década después, la documentalista Deia Schlosberg ha sido la encargada de producir el primer largo documental asociado al movimiento, centrándose en la problemática de los plásticos desde una perspectiva diferente, menos centrada en la responsabilidad del consumidor y más en la de las empresas y marcas de bienes de consumo que se benefician de nuestra adicción al plástico.

Hablamos con Schlosberg sobre lo que descubrió en el proceso de investigación para la película, que ha recibido un Emmy al mejor documental. Story of Plastic (Una historia del plástico) podrá verse en el Another Way Festival el 24 de octubre.

¿Cuál es el principal problema con el plástico?

Lo que me llevó a esta temática es la manera en la que [el problema] está siendo deliberamente formulado por la industria petroquímica de los plásticos. Porque si, como sociedad, nos centramos en los resultados finales, entonces podemos culpar a los consumidores y a las personas que usan el producto en lugar de mirar al origen y ver que simplemente es otra fuente de ingresos para esas empresas, y no se debe a que haya una demanda del material. Así que profundizando en la retórica de la industria me hizo querer explorar más, por ejemplo, de qué nos están intentando distraer. Y eso [de lo que nos quieren distraer] es que tienen este gran suministro de un material barato del que pueden obtener beneficios. Así que están creando toda una serie de métodos diferentes para utilizar ese material. El documental empieza con una cita que dice ‘El futuro de los plásticos están en la basura’. Es la manera en la que funciona todo el modelo en sí.

En el documental cuentas que el plástico pasó de ser un residuo de la industria fósil a uno de sus productos más rentables. ¿Cómo ha ocurrido esto?

En parte ha sido por la necesidad de alejarse de las combustibles fósiles como fuente de energía, por lo que que todo su modelo, la razón principal por la que existen, se desvanece. Así que están trasladando el foco a un material que no tienen la impresión de que vaya a ser reemplazado a corto plazo. 

Sabemos que hay ciertas empresas, como Coca-Cola o Pepsico, que tienen una mayor responsabilidad en la proliferación de plásticos de un solo uso. ¿Qué conexiones tienen con la industria fósil?

Hay una conexión fuerte entre el mercado de consumo de bienes rápidos y estas empresas petroquímicas. Y la conexión es esa, las empresas de empaquetado. Pero no está toda la información ahí fuera. Es realmente difícil encontrar la cadena exacta que los conecta. Pero básicamente hay toda esta infraestructura que existe ya, y que estas empresas de bienes rápidos utilizan para sus embalajes, y sabemos que cuanto más conectados están los productores de estos bienes con los proveedores de ese material, más eficientes son las operaciones y más barato les sale. Así que evidentemente a ambas partes les interesa trabajar juntas. Los Coca-Colas, Nestlés, Unilevers y todos esos productos que usan embalajes de un solo uso, en vez de comprar un envase para cada producto, trabajan directamente con los proveedores de esos materiales. 

Es decir, ¿que la posibilidad que tienen de usar estos envases se ha convertido en una de las principales razones del éxito de estas empresas de consumo?

Sí, por supuesto. [Las empresas de bienes de consumo] lo que venden es el embalaje. Una bebida azucarada es una bebida azucarada. Una pastilla de jabón es una pastilla de jabón. Es en el embalaje donde está todo el marketing y el posicionamiento de marca. Lo que publicitan es el embalaje. 

En el documental, visitas diversos lugares del mundo en Indonesia, Filipinas, Europa o Estados Unidos y se explica que hay una red de infraestructura de la industria del plástico cuyo objetivo es hacernos utilizar la mayor cantidad posible de plástico. ¿Cuál es el lugar de Europa en esa red? 

Hay mucha materia prima que llega desde Estados Unidos porque es donde están establecidas muchas empresas petroquímicas y donde se ha desarrollado buena parte del fracking. Estos proveedores venden a mercados de todo el mundo, incluido Europa. Escocia, por ejemplo, es un gran productor de plástico y embalaje. Pero la Unión Europea está haciendo un gran trabajo al estar a la vanguardia de la legislación. Europa es aún un gran mercado para los bienes de consumo rápido, y por tanto para el empaquetado, pero creo que cada vez más los gobiernos europeos están pensando más a largo plazo. 

¿Qué es lo que no nos están contando de la industria del plástico? 

Creo que la principal idea errónea que tenemos es que [el plástico] es reciclable y que si lo reciclas, se convierte en plástico otra vez y que lo puedes usar de forma indefinida. No es verdad que no se genere ningún impacto al utilizar el plástico si se recicla. Hay algo de verdad en ello, porque es así con el plástico de alto valor, polímeros que pueden ser reutilizados y refundidos en otros plásticos. Pero para el resto de polímeros no tienen un mercado que lo sostenga. No tiene rentabilidad reutilizarlos porque es más barato un plástico virgen con materiales originales. Son de menor calidad y no pueden ser reutilizados tantas veces sin romperse. Tú puedes separarlos para reciclar y cuando llegan a los centros de tratamiento de residuos, como no hay mercado para ello, no se puede vender y terminan en el vertedero o incinerados. Así que terminan en la atmósfera, en nuestros pulmones. Y cuando un plástico es reciclado efectivamente, a menudo sólo se recicla una vez, tal vez dos, antes de que termine en el vertedero, en el oceáno o en la atmósfera. Así que no cabe ninguna duda de que no puede ser un material sostenible. 

A menudo se habla de los microplásticos que terminan en el agua o el suelo por la desintegración de los plásticos después de utilizarlos, pero en el documental hablas de que muchas veces esos microplásticos son vertidos por las mismas empresas productoras de plástico. ¿Por qué ocurre esto?

Creo que una razón es que es la misma industria la que se autoregula, lo que es un problema. Nunca van a ser tan estrictos consigo mismos como un gobierno. Y hay cierta cantidad de fugas que están permitidas. Pero es contaminación que va directamente al entorno. La razón fundamental es que los mercados incentivan que se recorten costes al máximo. Si pueden ahorrar dinero al no prestar atención y esfuerzo en la seguridad y en asegurar que no hay fugas, lo van a explotar. 

Ahora nos están vendiendo los bioplásticos como la solución al problema. ¿Qué piensas de ellos?

Hay varios problemas con ellos. En primer lugar, incluso si vienen del maíz o algún grano, algo que no es petroquímico, aún será convertido en el mismo tipo de plástico. Una vez que se ha fabricado, tienes los mismos problemas con el residuo. El otro problema es similar al reciclaje. Si la gente piensa que es un buen plástico, entonces les parecerá bien usarlo más. Y también hay ramificaciones agrícolas, como los grandes monocultivos que también son dañinos, ya sean utilizados para comida, pienso animal o para fabricar plásticos. Si es un gran monocultivo, va a degradar el ecosistema. 

En la película, entrevistas a muchos activistas y cada uno da su pequeña receta para solucionar el problema. ¿Cuál es para ti esa solución?

Creo que la solución serán muchas soluciones pequeñas. No creo que haya una manera única de arreglar este problema. Creo que requerirá imaginar un sistema de incorporación de modelos de comunidad ‘zero waste’, eliminar los subsidios a las empresas petroquímicas, reeducar sobre estos materiales, dar incentivos a materiales más sostenibles para que sean más baratos y más fácilmente accesibles. [También requerirá aprobar] un tipo de legislación de responsabilidad extendida que haga que los productores se responsabilicen por lo que ocurren al final del ciclo. Creo que vamos a necesitar todas esas cosas, desde decisiones individuales a decisiones a nivel de comunidad, y regulaciones regionales y federales (nacionales). Así que hay todo tipo de lugares para intervenir, si la gente quiere comprometerse, y son todas importantes. 

¿Eres optimista sobre el futuro de los plásticos?

Sí y no. Creo que a largo plazo vamos a cambiar, porque tenemos que hacerlo. Pero creo que vamos a necesitar mucho sufrimiento antes de llegar a ese punto. Hay gente que ya está sufriendo, comunidades que viven en lugares que estas empresas han decidido explotar y que ya están muriendo de cáncer, ecosistemas que sufren, o gente que viven cerca de plantas de incineración. Y esto va a seguir ocurriendo hasta que hagamos este gran cambio social.

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