Hablamos con Alys Samson, de la Red Solidaria contra la ocupación de Palestina, sobre lo que está ocurriendo en territorio palestino y sobre las campañas de boicot que se están promoviendo
El pasado 7 de octubre, Hamás y otros grupos armados palestinos de la Franja de Gaza lanzaron un ataque sorpresa contra Israel en el que murieron 1200 personas y 3500 resultaron heridas. Ese ataque desataría una violenta respuesta de Israel sin precedentes en los 75 años de conflicto en la zona. Hasta el momento, más de 20.000 palestinos han sido asesinados. Se acaban de cumplir 100 días desde que comenzara la represión y hablamos con Alys Samson Estapé, miembro de la Coalició Prou Complicitat amb Israel y la Red Solidaria contra la ocupación de Palestina, sobre lo que está ocurriendo en territorio palestino y sobre las campañas de boicot que se están promoviendo. Esta entrevista forma parte de nuestro Anuario de Consumo Crítico. Recuerda que aún puedes conseguir tu copia aquí.
¿Qué es lo que está ocurriendo ahora mismo en la franja de Gaza?
Es importante situar lo que está pasando en un contexto donde hace 75 años que Israel está ocupando y aplicando políticas de apartheid y de colonialismo contra el pueblo palestino, y donde está claro que lo que busca Israel es controlar todo el territorio palestino sin las personas palestinas, que son la población indígena, que viven ahí. Desde el 7 de octubre estamos hablando de una escalada de violencia que numerosos expertos de la ONU y otros expertos legales califican que podría ser un genocidio. De hecho Sudáfrica ha llevado a Israel al Tribunal Internacional de Justicia por crimen de genocidio y vemos que después de más de tres meses de bombardeos Israel ha asesinado a 23.000 personas palestinas, de las cuales 10.000 son niños y niñas.
Más del 90% de la población en la Franja de Gaza está desplazada por una destrucción sin precedentes. Israel está intencionadamente bombardeando hospitales, escuelas, todo tipo de infraestructura civil. Israel lleva bloqueando la franja de Gaza desde hace 16 años, controlando por tierra, mar y aire lo que entraba y lo que salía y desde el 7 de octubre ha cerrado totalmente el grifo y no está permitiendo que entre ni comida, ni medicamentos, ni agua, ni electricidad. Según la ONU, la mitad de la población de Gaza está en riesgo de morir de hambre debido a estas políticas genocidas que está llevando a cabo el Estado de Israel. En la Franja de Gaza la situación es más dramática, pero en Cisjordania también la violencia está aumentando. En el año 2023 hubo 300 personas palestinas asesinadas. La violencia por parte de colonos no para de aumentar y también los presos políticos palestinos que hablan de situaciones realmente crueles, nefastas, terribles, así como los presos políticos que han sido asesinados en la cárcel.
¿Qué papel tiene el boicot en la respuesta a lo que está pasando allí?
El boicot es una herramienta que ha usado el pueblo palestino desde que lanza la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) en 2005, donde pide a la comunidad internacional que actúe para boicotear, sancionar y desinvertir de Israel para aislarle y forzarle a que deje de practicar sus políticas de ocupación, apartheid y colonización sobre el pueblo palestino. Y es una forma también de que la gente vea que el no hacer nada contribuye a la situación de tremenda injusticia contra el pueblo palestino, porque si Israel puede seguir con la impunidad y puede seguir cometiendo los crímenes que comete con total impunidad, es debido a la complicidad de instituciones y empresas de nuestros estados que permiten hacerlo.
Entonces, que la gente nos movilicemos y seamos conscientes de esa complicidad que existe entre instituciones puede presionar para generar cambios. Por ejemplo, después de una campaña de seis años, se ha conseguido que una empresa multinacional tan grande como es la la empresa de deportes alemana Puma dijera que dejaría de patrocinar al Israeli Football Association, que es la asociación de fútbol israelí que tiene equipos que forman parte de asentamientos ilegales israelíes en tierra palestina ocupada y esta ha sido una campaña donde ha habido tácticas de dejar de consumir, también de hacer concentraciones fuera de empresas de Puma, de llamar a las oficinas, etc.
Y estos días estamos viendo más campañas que están creciendo. Por ejemplo en el Estado Español un supermercado que todo el mundo conoce es Carrefour, la empresa francesa que ha abierto una nueva sección en asentamientos ilegales israelíes y hemos visto acciones coordinadas en diferentes partes del Estado y también a nivel internacional pidiendo a la empresa francesa que repiense y que cambie esta complicidad. También estamos viendo, por ejemplo, ahora mismo mucha presión sobre McDonald’s, que está dando apoyo directo a soldados israelíes que, recordemos, están cometiendo lo que podrían ser crímenes de guerra. Y el CEO de McDonald’s ha explicado cómo les están afectando estos boicots. Entonces es importante que nos responsabilicemos, pero que lo hagamos también de una forma eficiente y eficaz. Porque seguramente si solo dos personas nos ponemos a boicotear unas de estas grandes multinacionales será difícil que tengamos impacto, pero cuando nos coordinamos y llevamos a cabo campañas es mucho más fácil que tengamos impacto y que podamos forzar a estas empresas y las instituciones a dejar de ser cómplices.
¿Hay ejemplos de empresas españolas que tengan complicidad con esto?
Israel exporta muchísimos dátiles que se pueden comprar incluso en tiendas que se consideran éticas y no saben o, si lo saben, siguen vendiendo dátiles de Israel que provienen de territorio palestino ocupado.
A nivel de empresas del Estado español está CAF, que es una empresa vasca que fabrica trenes y que está construyendo el tren ligero de Jerusalén, que une Jerusalén con asentamientos en tierra robada palestina.
¿Cómo se enfrenta Israel a estas campañas de boicot?
Israel pone muchos esfuerzos en tapar los crímenes que comete contra el pueblo palestino. Hay estrategias de greenwashing, purplewashing, whitewashing, donde Israel usa diferentes estrategias para mostrarse como un país moderno, democrático, multicultural y así intentar tapar todos los crímenes que comete contra el pueblo palestino. Aunque Israel debería recibir sanciones por los crímenes que comete, aún tiene acuerdos de preferencia y de asociación con países como los de la Unión Europea y goza de acuerdos prioritarios en diferentes ámbitos como el académico, el militar, etc. Ahora mismo en el Estado español hay una campaña que han firmado más de 375 organizaciones pidiendo al Estado español que deje la compra y venta de armas con Israel.
¿Hay opciones para apoyar iniciativas palestinas?
Aquí es importante puntualizar una cosa. La campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones no boicotea a las empresas israelíes porque sean israelíes. No es un boicot basado en la identidad, sino es un boicot basado en la complicidad con la vulneración de derechos del pueblo palestino. Porque lo que boicoteamos son esas multinacionales, como muchas de las que acabamos de mencionar, que se están lucrando de la vulneración de derechos hacia el pueblo palestino. Es verdad que hoy en día es muy difícil encontrar empresas o instituciones, organizaciones israelíes que no sean totalmente cómplices del apartheid contra el pueblo palestino. Pero es importante mencionar esto.
Y sí, volviendo al consumo responsable y al apoyo a iniciativas palestinas, uno de los ejemplos más claros es que es difícil encontrar dátiles que vengan de familias o de empresas palestinas, pero las hay. Sí, claro que Israel dificulta. Recordemos que Israel al final controla todo el territorio y que penaliza la economía palestina y que pone difícil que podamos comerciar con organizaciones, con familias palestinas. Muchas veces los productos quedan retenidos en las fronteras durante semanas y meses y meses. Pero aún así es nuestra responsabilidad intentar encontrar formas de poder apoyar a familias palestinas.