Desde hace algunos años, el aloe vera ha entrado en nuestros hogares como si de un elixir se tratara, capaz de curar todos los males y dolencias. Numerosas investigaciones científicas han certificado sus propiedades beneficiosas, especialmente para la piel, y la voz se ha corrido. Ahora podemos encontrarlo no sólo en lociones y cremas, sino también en zumos, yogures, toallitas para el rostro e incluso en los detergentes. Pero ¿nos están vendiendo realmente el prometido elixir?
El aloe vera ha sido utilizado durante miles de años por diferentes pueblos para tratar las dolencias más variadas. Durante décadas quedó, sin embargo, relegado de los productos que se consumían habitualmente en Occidente. Uno de los primeros en apostar por un resurgimiento del aloe vera fue el estadounidense Rex G. Maughan, quien fundó Forever Living en 1978. La apuesta le salió bien porque ahora su empresa vive un auge imparable y en 2010 ganó 2.500 millones de dólares.
Ha habido mucha discusión sobre si Forever Living es en realidad un sistema piramidal donde se gana más a través de la entrada de nuevos distribuidores que de las ventas del propio producto. Pero, aunque así fuera, su éxito es sin duda producto de la popularidad que ha alcanzado esta «planta maravillosa». Y en eso nos vamos a centrar.
El aloe vera se ha convertido ante todo en un elixir para el marketing, que promete ventas seguras entre los consumidores preocupados por su salud. A veces nos dan efectivamente lo que nos prometen, pero en otros casos la realidad está muy alejada de la publicidad y el etiquetado.
El uso más conocido, tanto popular como científicamente, del aloe vera es el del cuidado de la piel. Los geles, supuestamente puros -así lo dan a entender en su etiquetado-, de aloe vera se han reproducido en las estanterías de supermercados y tiendas de cosmética. La mayoría de estos geles no están, sin embargo, fabricados con gel procedente directamente de la planta sino que, al igual que ocurría con el zumo de naranja, han sido primero reducidos a polvo para disminuir los costes de transporte. ¿Es veraz – y lícito – decir que un gel está fabricado con un 99,5 por ciento de aloe vera cuando en realidad la mayor parte es agua añadida? En otros casos, el gel es pasteurizado, para evitar su oxidación, pero, al igual que ocurre con el polvo, esto le hace perder buenas parte de sus propiedades. A la mezcla se le incorporan además otros aditivos, como alcoholes e incluso parabens, que han sido relacionados con el desarrollo de tumores de pecho. En algunas cremas, la proporción de aloe vera es tan pequeña que no aporta beneficios reales al producto.
Otro de los efectos positivos defendidos del aloe vera han sido sus propiedades digestivas. Para ello hay que ingerirlo, por lo que se ha desarrollado toda una gama de bebidas, yogures y extractos – supuestamente- puros procedentes del aloe vera. Muchos son elaborados, sin embargo, a partir de los mismos preparados descritos anteriormente y carecen a menudo de las propiedades beneficiosas de la planta. Pero sobre todo, estos productos evitan mencionar que el consumo de aloe vera no está recomendado para todo el mundo. Así, embarazadas o lactantes no pueden tomarlo, por sus efectos abortivos y por su intolerancia por parte de aparatos digestivos poco desarrollados. Por esta última razón, tampoco es recomendable en niños. También se han observado otros casos de problemas en personas con afecciones en el riñón, entre otros (aquí hay una lista de las contraindicaciones).
El aloe vera tiene además un componente tóxico, la aloína, que se concentra en la parte interna de la corteza de la hoja. Este compuesto está relacionado con problemas intestinales como dolores agudos y calambres y recientemente se ha comprobado que puede causar cáncer de colon. El aloe vera que se consume en productos envasados suele estar tratado para eliminar la aloína, pero su consumo directo de la planta, si no se hace de forma correcta, puede ser problemático. Algo que el bombardeo constante de publicidad sobre la inocuidad de la planta no ayuda a evitar.
En otros casos, se le han atribuido propiedades que no han sido probadas o que han sido incluso refutadas, como el poder cicatrizante del gel una vez ingerido o su acción curativa de cánceres (aunque sí se han observado algunas mejorías en algunos enfermos, pero no su curación). Lo cierto es que la literatura científica sobre los efectos de la ingesta del aloe vera es aún insuficiente y es imprudente asociarle efectos que no han sido ensayados o esconder otros, negativos, que sí han sido probados, sólo para beneficiarse del elixir mágico que el aloe vera tiene en el marketing de un producto.
Nota: en los links se pueden encontrar estudios científicos sobre los diferentes aspectos que se tratan en este artículo
——————————————————————————————————————————–
Si te ha gustado esta entrada y nos quiere ayudar a continuar con nuestro trabajo, puedes hacerte mecenas de Carro de Combate o adquirir una copia de nuestra primera investigación en profundidad sobre la industria del azúcar, Amarga Dulzura. Más información aquí
Una hoja de aloe vera de la planta que cultives en casa envuelta en papel de aluminio y un tubo de pasta de arcilla es el botiquín en todas la salidas al campo o en vacaciones. Para heridas,quemaduras, golpes,etc… no hay mejor solución. Efectivamente el marketing alrededor del aloe vera es despreciable y una estafa. Cultiva tu planta en casa y usalí¡ con sentido común , que milagros no existen. Aunque el aloe vera hace verdaderos milagros y en esto debo recordar a mi amigo Jeckinls un imí¡n de las caídas y los golpes y un devoto de la planta que le cura las heridas pero que jamas curarí¡n su despiste, digan lo que digan los Marketings.
Muchas veces he pensado que la gente es muy ilusa por comprar ciertos productos que ves en el supermercado «con aloe vera» (cremas, shampoo, gel, etc…), que deben tener una cantidad de risa del producto (como sucede con la mayoría de los ingredientes que ponen en letra grande en la etiqueta) y también he dudado sobre las etiquetas de 99,9%! de pureza de algunos que encuentras en tiendas mí¡s especializadas, pero debo decir algo: por no acabar con mi planta, y por las prisas y todo lo demí¡s, siempre tengo uno de estos geles de cuya pureza dudo, y sea como sea, para las quemadas resulta genial. Prefiero la arcilla, pero si la cosa no es grave o me pilla en muy mal momento recurro al aloe vera y los resultados son visibles.
Excelente artículo, por lo demí¡s.
Pingback: Bitacoras.com
Yvelisse llevas muchísima razón cuando verdaderamente el que funciona es el puro, aloe puro, ya sea gel, jugo, pero 100%
Bueno y se me olvida decir que es que es lo mejor que le puede echar al cuerpo, sin duda, tanto cuando lo tmas como sobre la piel, se nota desde la segunda vez
El Aloe Vera es la panacea es la repera sirve para todo lo puedes encontrar en los productos mas insospechados…
Nos toman por tontos y deben serlo quienes son tan infantiles que se creen lo que cuatro vividores les cuentan.
«Pero sobre todo, estos productos evitan mencionar que el consumo de aloe vera no está recomendado para todo el mundo. Así, embarazadas o lactantes no pueden tomarlo, por sus efectos abortivos y por su intolerancia por parte de aparatos digestivos poco desarrollados. Por esta última razón, tampoco es recomendable en niños. También se han observado otros casos de problemas en personas con afecciones en el riñón, entre otros (aquí hay una lista de las contraindicaciones)» Ojo con este comentario, mi doctora ginecóloga tiene 16 años utilizando productos de Aloe Vera Forever Living con pacientes embarazadas y con excelentes resultados. Al igual que también se le recomienda a niños y ancianos. Hay casos documentados por médicos y estudios científicos que avalan su uso sin problema.
Un producto de aloe puede ser de calidad y contener bastante aloe, pero por mucho que me diga el fabricante que es de un alto contenido en 100% aloe yo, como cliente, no tengo forma de verificarlo. Para ello nació el IASC, un organismo que controla la calidad y si el producto la supera puede incluir el sello de certificación impreso en su producto. Si yo veo un producto de aloe vera que lleva dicho sello, yo puedo estar tranquilo de que es un producto con un alto porcentaje de aloe de calidad. Aunque está en inglés, pero dejo aquí un enlace a la web del IASC, concretamente a una sección de preguntas: http://www.iasc.org/Consumers/AloeVeraFAQ.aspx
Algunos estudios sobre cancer o sida, han sido realizados utilizando unicamente un componente esencial del aloe: el acemanano o acemanan, el cual ha sido considerado el «elemento milagroso» del aloe. Pues bien, si el producto lleva el sello del IASC también está certificando que lleva la cantidad mínima que exige el IASC acerca del contenido de acemanan.
Os dejo aquí una de las preguntas del IASC traducidas:
¿Existen estándares establecidos que definan qué es y qué no es el Aloe Vera?
El IASC y otros países como la Unión Europea, China y Corea, han establecido estándares para definir qué es (y qué no es) «aloe vera» en los productos terminados. La norma IASC establece que solo los productos que contienen acemannan, o los glucomananos acetilados beta 1-4, pueden etiquetarse con precisión como aloe vera. Acemannan es un polisacárido natural que está presente en el aloe vera y se utiliza como un identificador de la botánica por medios analíticos. Los productos que no contienen acemannan no se consideran verdaderos aloe vera en base a esta norma .
Es interesante ver cómo las opiniones varían en torno al aloe vera y su uso. Algunos confían en sus beneficios y lo consideran un remedio versátil para diversas afecciones, mientras que otros son más escépticos y desconfían del marketing que lo rodea. La discusión sobre la pureza y la calidad de los productos de aloe vera también es relevante, ya que algunos consumidores buscan productos certificados para garantizar su eficacia. ¿Tienes alguna experiencia personal con el aloe vera que quieras compartir?