Como ya anunciamos el mes pasado, hemos comenzado a liberar los Informes de Combate, esas fichas sectoriales mensuales que publicamos una vez al mes de forma exclusiva para nuestros mecenas en los que analizamos toda la cadena de producción de un sector o de una industria concreta. Comenzamos con el algodón y, por petición de algunos mecenas, hemos decidido continuar con el cacao, que desgranamos en nuestro cuarto Informe de Combate.
El cacao es uno de esos “monarcas agrícolas”, como los llamaría Eduardo Galeano en referencia fundamentalmente al rey azúcar del que hablábamos en el libro “Amarga Dulzura”, que reinaron en el expolio a América Latina durante la colonización europea. Hoy en día, a pesar de su origen americano, el cultivo se ha trasladado fundamentalmente a África Occidental, donde ya no es un obsequio de indígenas, sino un regalo de esclavos.
Se calcula que hay entre 5 y 6 millones de granjeros algunas fuentes hablan de 11 millones – que cultivan cacao en el mundo y que la vida de 50 millones de personas depende de estas semillas. Según Fairtrade, los cultivadores de cacao reciben apenas entre el 3,5 y el 6,4 por ciento del precio final del chocolate, mientras que en los años 80 ganaban hasta el 1 6 por ciento. Oxfam ha denunciado recientemente que las malas condiciones afectan principalmente a las mujeres quienes reciben peores salarios y sufren abusos en las plantaciones y fábricas.
También se ha documentado la existencia de esclavitud infantil en las plantaciones. La Universidad de Tulane ha elaborado desde 2006 un informe anual, a petición del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, sobre el trabajo infantil en las plantaciones de cacao en Costa de Marfil y Ghana y año tras años reporta la presencia de menores trabajando en las plantaciones bajo las “peores formas de trabajo infantil” (esclavitud y abuso físico, psíquicos y sexuales). Muchos de ellos han sido además traficados desde países vecinos como Burkina Faso o Mali. En 2001 se firmó un protocolo internacional por el que las principales marcas se comprometían a erradicar el trabajo infantil en las plantaciones. Sin embargo, los informes posteriores no han demostrado una reducción de la presencia de menores en la producción de cacao.
Nosotras seguimos produciendo nuevas fichas sectoriales todos los meses, así que si quieres recibirlas antes, que nadie, puedes hacerte mecenas de Carro de Combate aquí y ayudarnos así a seguir investigando.
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