Los esclavos modernos cosen para Inditex
Carlos Zapata llegó a Buenos Aires en 1998. Venía de La Paz, Bolivia, con muchos sueños y poco equipaje a sus espaldas. Como tantos compatriotas suyos, terminó trabajando en un taller textil, en el que trabajaba su tía, en el barrio porteño de Boedo. «Había mucho trabajo: laburábamos de 8 a 20 horas, en un …