Actualización 12 diciembre 2022: esta entrada ha sido actualizada para reflejar los cambios acordados el pasado 5 de diciembre sobre el reglamento antideforestación.
A ojos de muchos analistas, Europa parece un continente en continua decadencia, inmerso en una crisis energética y con una relevancia cada vez menor en la escena internacional. Pero el Viejo Continente sigue siendo uno de los grandes actores en el tablero económico global. Y, sobre todo, cuando hablamos de comercio. Porque la Unión Europea, a pesar de la pérdida del Reino Unido, sigue uno de los principales importadores a nivel global, con casi un 14% del volumen total.
Y por ello, lo que Europa haga importa mucho. Cualquier movimiento dentro del viejo continente provoca reacciones en masa en las cadenas de producción globales. La Unión Europea parece ser cada vez más consciente de este papel predominante y de la capacidad que tiene para influir sobre las reglas del juego. Y de su impacto. Porque de poco sirve que Europa se empeñe en reducir sustancialmente sus emisiones, si continúa externalizando buena parte de sus emisiones a países terceros, donde se produce lo que consumimos aquí con unos estándares mucho menores a los exigidos dentro de Europa.
Muchas emisiones europeas son ahora transportadas en sus importaciones, entre ella, en aquellas materias primas que están directamente relacionadas con la pérdida de algunos de esos valiosos ecosistemas vitales en la lucha contra la emergencia climática. Según las fuentes, se calcula que entre un 10 y un 16% de la deforestación global está directamente relacionada con lo que Europa importa. Así, la Unión Europea es el tercer mayor importador de materias primas agrícolas relacionadas con deforestación tropical, como la soja, la ternera y el aceite de palma.
La normativa europea, sin embargo, se está adaptando para intentar reducir este impacto. Así, en septiembre de 2022, el Parlamento Europeo aprobó la que podría ser la primera normativa internacional contra la deforestación importada. En diciembre, una nueva negociación redujo la ambición del texto, aunque la normativa sigue siendo un paso positivo importante. Eso sí, antes de que realmente pienses que no va a haber más deforestación en tu plato, queremos apuntar algunas claves:
1- Las empresas estarán obligadas a trazar la cadena de suministro: Las empresas que importen materias primas relacionadas con deforestación estarán obligadas a trazar sus cadenas de suministro para asegurarse que no se ha destruido masa forestal para sus producción. Las empresas tendrán que utilizar así «herramientas de seguimiento por satélite, auditorías sobre el terreno, capacitación de los proveedores o pruebas isotópicas para comprobar la procedencia de los productos», según un comunicado del parlamento. Las autoridades de la UE deberán acceso a información clave, como las coordenadas geográficas y los datos estarán a disposición del público, aunque de forma anónima. Sin embargo, muchas empresas que ya aseguran haber puesto en marcha estos sistemas de trazabilidad se siguen viendo envueltas en escándalos, porque a menudo los usan para blanquear sus prácticas. Uno de los últimos ejemplos es el de la cárnica brasileña JBS.
2- La ley no aplica a todas las materias primas. La normativa sólo incluye algunas materias primas seleccionadas, supuestamente las más problemáticas, pero no hace extensible la necesidad de trazar y de probar la no-relación con deforestación a las cadenas de suministro en general. Es un agujero importante. La propuesta aprobada por el Parlamento Europeo mejoraba la realizada por la Comisión, donde sólo se incluían seis materias primas (ternera , cacao , café , aceite de palma, soja y madera). El Parlamento pidió que se incluyera también el caucho, el maíz y el resto de productos de ganadería, así como el carbón vegetal y los productos de papel impreso. Sin embargo, el último acuerdo sólo ha añadido el caucho a la lista de materias primas propuestas, así como los productos derivados (la lista final es por tanto ternera , cacao , café , aceite de palma, soja, caucho y madera). Una de las materias primas que no ha entrado en el acuerdo y que se considera preocupante es el maíz. No obstante, la legislación abre la puerta a que la lista de materias primas se actualice para incluir aquellas que sean problemáticas y que no estén en la lista.
3- Tampoco aplica por igual a todos los países. La legislación pondrá en marcha un sistema de medición de riesgos que establecerá diferentes obligaciones según el origen de las materias primas. A más riesgo de deforestación, más controles hay que pasar. Según la iniciativa aprobada por el Parlamento, la Comisión tendrá un plazo de seis meses para clasificar a los países, o parte de ellos, como de riesgo bajo, estándar o alto. Aquellos que sean considerados de riesgo bajo tendrán que pasar menos controles. Por nuestras investigaciones, sabemos que esto es insuficiente. Las materias primas muchas veces viajan entre regiones y países antes de llegar a Europa. Poner diferentes controles según el origen probablemente hará que las empresas usen cada vez más estos atajos.
4 – Tampoco aplica a todos los ecosistemas. La legislación anti-deforestación está fuertemente ligada al concepto tradicional de bosque (“extensiones de más de 0,5 hectáreas con árboles de más de 5 metros y copas que cubran más del 10%”, según la definición de FAO) y olvida otros ecosistemas clave como los humedales. El Parlamento aprobó un importante avance en este sentido e incluyó otras superficies boscosas como las sabanas y emplazó a que se extendiera a otros ecosistemas en el plazo de un año. Sin embargo, esa mejora no ha sido aprobada en las negociaciones finales y habrá que esperar un año desde la entrada en vigor (fecha aún pendiente) para que se revise la normativa. Sin embargo, el Parlamento introdujo la diferencia entre bosques primarios y plantaciones forestales y bosques de repoblación, que la industria agrícola muchas veces intenta lavar como igualmente beneficiosas, algo que en un principio sí que se quedará en el texto definitivo.
5 – Deforestar no significará necesariamente no cortar árboles. Uno de los principales puntos de discusión en las reglamentaciones sobre deforestación es determinar qué significa deforestar. Como hemos visto, el término se aplica a situaciones concretas en lugares y ecosistemas concretos. En el caso de la madera, podrá además proceder de un bosque siempre y cuando no haya contribuido a su degradación (de nuevo, algo sujeto a interpretación). Hay, además, una fecha de corte. Si se tuvieran en cuenta todas las materias primas producidas sobre algún suelo que en algún momento fue bosque, probablemente la Unión Europea apenas podría importar nada. Por ella, la legislación establece una fecha ‘de corte’ a partir de la cual no se podrá haber dado deforestación asociada a esas materias primas: el 31 de diciembre de 2019, un año antes que lo propuesto por la Comisión.
6 – Se incluye la protección de derechos humanos y pueblos indígenas. La reglamentación incluirá además la obligación de respetar las leyes nacionales por parte de las empresas, incluyendo el respeto a los derechos humanos básicos (algo para lo que la Unión Europea está preparando otra directiva sobre debida diligencia). La legislación menciona además con especial énfasis los derechos de los pueblos indígenas y al respeto a sus derechos de tenencia.
7 – Se caen las nuevas normas para la producción de carne. El Parlamento Europeo había propuesto que el nuevo reglamento tuviera un concepto amplio en cuanto a la carne asociada a deforestación. Así, hasta ahora, el foco principal en la deforestación asociada a carne estaba relacionada a la conversión de bosques en zonas de pastoreo para carne de vacuno. Por ello, la propuesta de la comisión sólo incluía este tipo de carne. El parlamento consideró que se debería de prohibir también la importación de carne engordada con piensos producidos con materias primas relacionadas con deforestación. Sin embargo, el acuerdo ha descartado incluir este otro tipo de carne.
La normativa aún no es definitiva y aún tiene que pasar varios trámites durante los próximos meses antes de ser aprobada.
Para saber más:
- El paisaje del aceite de palma: los impactos medioambientales de un gran monocultivo
- Miles de toneladas de vacuno relacionadas con la deforestación de la Amazonia se pierden en el mercado español por falta de transparencia
- Cerdos engordados con deforestación en España
Esta información es posible gracias al apoyo de nuestras mecenas. Si quieres ayudarnos a seguir investigando y escribiendo análisis como éste, puedes hacerte mecenas desde tan sólo 15€/año. Tendrás además acceso a contenidos exclusivos para nuestras mecenas.