La última Comisión Europea puso el clima y el medio ambiente como uno de sus principales objetivos, pero eso podría cambiar a partir de ahora por el nuevo reparto de fuerzas en Europa
Las últimas elecciones europeas han sido una mala noticia para las leyes medioambientales. Aunque los partidos tradicionales han resistido el embiste, los dos grupos considerados como de extrema derecha, los Conservadores y Reformistas Europeos – en donde, entre otros, está VOX – , e Identidad y Democracia han rascado nuevos escaños en la cámara legislativa europea y han pasado de un 16,73% de los diputados en 2019 a un 18,2%. En la cámara hay además otros partidos de extrema derecha que no están insertos dentro de estos grandes grupos políticos, como el alemán AfD o el español Se acabó la fiesta. Es decir, la representación de los partidos de extrema derecha, que en su mayoría se han mostrado en contra de las regulaciones de carácter medioambiental, es amplia.
Según los datos provisionales, el Grupo de los Populares Europeos habría sido el más votado, con cerca de un 26% de los escaños, obteniendo 186. En segundo lugar, estarían los socialistas, con un 18,75% de los escaños, con 135. Una de las grandes caídas ha sido la de los Verdes, que ha pasado del 10% de los escaños al 7,36%. La otra ha sido la de los liberales de Renew Europe, que han bajado del 15% al 11% de los escaños (no comparamos el número de escaños porque en estas elecciones el Parlamento Europeo tiene 15 escaños más que en 2019).
Lo más preocupante es, quizá, el ascenso que han tenido los dos países con más peso en Europa, Francia o Alemania, donde Los Verdes también se han desplomado y algunos ya temen que los partidos de extrema derecha lleguen al gobierno, sobre todo en la República francesa. Porque en Europa, las legislaciones no se deciden sólo en el Parlamento Europeo, y los países, reunidos en el Consejo de la Unión Europea, también tienen un papel significativo. Ahora, seis países de la Unión Europea- Italia, Finlandia, Eslovaquia, Hungría, Croacia y la República Checa – están gobernados por partidos de extrema derecha.
Estos partidos han sido especialmente agresivos contra las leyes medioambientales durante los meses previos a las elecciones europeas, intentando capitalizar, entre otros, el descontento en el campo, y ya han conseguido que se flexibilicen algunas legislaciones, como la Política Agrícola Común.
Los resultados complican además la reelección de Ursula von der Leyen, quien ha liderado la aprobación de varias estrategias y legislaciones de carácter medioambiental, como presidenta de la Comisión Europea.
Vemos algunas de las legislaciones cuyo futuro puede depender de los juegos que haya en este nuevo Parlamento Europeo y en la nueva Comisión:
Pacto Verde Europeo: el Pacto Verde Europeo ha sido una de las principales líneas políticas de la Comisión Europea liderada por Úrsula Von der Leyen en los últimos años. Un paquete de iniciativas cuyo objetivo principal es alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050 y que incluye medidas como la reducción de pesticidas, la recuperación de la biodiversidad o la transformación del sistema alimentario, entre otras. El Pacto Verde Europeo ha sido uno de los principales objetivos de los partidos políticos de extrema derecha y han mostrado su intención de derogarlo en cuanto les sea posible. Aunque no tienen la mayoría para controlar la comisión, es posible que su presión lleve a reducir la ambición en este paquete, en concreto algunas de sus principales iniciativas, como la estrategia de la Granja a la Mesa, la Ley de Restauración de la Naturaleza o el reglamento de deforestación importada.
Estrategia de la Granja a la Mesa: la Estrategia de la Granja a la Mesa nació como la principal estrategia de la Comisión Europea para transformar el sistema agroalimentario en Europa. Algunos de sus objetivos incluían la reducción en un 50% del uso de pesticidas en 2030, la reducción del exceso de nutrientes y de fertilizantes utilizados en un 20%, disminución del uso de antibióticos utilizados en las granjas, y el incremento del porcentaje de agricultura ecológica al 25% del total en 2030. De las 31 iniciativas que incluía la estrategia sólo se han aprobado 9 y una de las más importantes, la de reducción de uso de pesticidas, fue retirada tras las protestas de los agricultores a principios de año.
Ley de Restauración de la Naturaleza: Otra de las legislaciones odiadas por la extrema derecha ha sido la Ley de Restauración de la Naturaleza. Aún pendiente de aprobación definitiva, esta ley incluye la restauración de un 20% de los ecosistemas antes de 2030. Aunque el Parlamento Europeo aprobó esta ley en febrero de este año – no sin muchas dificultades por la oposición de varios partidos políticos -, la Ley de Restauración de la Naturaleza está ahora mismo en un punto muerto después de que Hungría se haya mostrado disconforme con la regulación.
Reglamento de Deforestación Importada: Ya en vigor, el reglamento de Deforestación Importada, que este explicábamos aquí, debería estar plenamente en funcionamiento a finales de 2024, cuando los importadores tendrán que empezar a cumplir con la trazabilidad de ciertas materias primas y sus subproductos para asegurar que no están relacionados con deforestación. Sin embargo, la implementación de esta ley podría verse retrasada por la presión de los lobbies, y los resultados de las elecciones no van a ayudar. Además, la Comisión tiene que publicar un ranking de los países con un mayor riesgo de deforestación y que, por tanto, deberían seguir controles más estrictos, pero el estancamiento político actual podría alargar el proceso.
Ley sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles. Otra de las leyes incluidas en el paquete de la estrategia de la Granja a la Mesa, es una legislación para la que no hay ni siquiera una propuesta de la Comisión (en Europa, la iniciativa legislativa, es decir, la facultad para presentar propuestas de leyes, recae sobre la Comisión. El Parlamento sólo puede pedir a la Comisión una propuesta sobre algo). La Ley sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles debía de ser la pieza legislativa que articulara los objetivos de la estrategia, pero es poco probable que se llegue a presentar ninguna propuesta, incluso si Von der Leyen consigue revalidar el cargo.
Ley de Monitoreo del Suelo. Propuesta en 2023 como parte de la Estrategia Europea del Suelo 2030, es la pieza legislativa clave para conseguir recuperar la salud de los suelos en Europa. Incluye un sistema de monitoreo del estado de los suelos, y la obligación de adaptar normas de protección de los suelos. La ley ya se ha visto muy debilitada a lo largo de su proceso legislativo y ahora está pendiente de ser aprobada por los estados miembro. Esta medida se debatirá en la reunión que los ministros de Medio Ambiente de los 27 tendrán el próximo 17 de junio.
Directiva sobre Greenwashing. Ahora en proceso parlamentario, la directiva sobre lavados medioambientales es otra de las normas que probablemente perderá ambición antes de su aprobación. Es una norma fundamental, porque está pensada para evitar que las empresas vendan como sostenible algo que no lo es. De hecho, un artículo de Financial Times asegura que el texto está siendo modificado para hacerlo menos estricto y más permisivo. Entre otra cosas, según el artículo, se habría simplificado el proceso de verificación de las declaraciones realizadas por las empresas, que ahora dependería de las propias empresas. Esta será otra de las medidas que se debatirán el 17 de junio.
Directiva Marco de Residuos. La directiva marco de residuos también está en proceso de revisión, con el objetivo principal de reducir los residuos textiles y alimenticios. El pasado mes de marzo se realizó una primera lectura de la propuesta, pero el proceso ha quedado paralizado hasta la formación del nuevo Parlamento Europeo. No obstante, será también objeto de debate en la reunión del 17 de junio.
Regulación sobre semillas. Otra de las legislaciones que se están reformando es la referida a semillas con un nuevo reglamento que pretender condensar las diferentes regulaciones que hay al respecto. El Parlamento Europeo ya aprobó una ley que mejora en varios aspectos la conservación e intercambio de semillas pero que la agroindustria está intentando modificar según sus intereses. La regulación tiene que ser ahora aprobada por los estados miembro y consolidada en los trílogos.
Nueva Política Agrícola Común. Durante este periodo legislativo se negociará también una nueva Política Agrícola Común (si quieres saber más sobre la PAC, aquí hemos analizado su historia y sus impactos). La última reforma aprobada, que cubre el periodo 2023-2027, tenía un mayor perfil medioambiental que las anteriores, pero la presión por parte de agricultores y otros lobbies, así como la guerra de Ucrania, llevaron a que varias de las medidas se suspendieran.